sábado, 28 de mayo de 2016

“Si un niño no puede aprender de la manera en que le enseñamos, quizás debemos enseñarles de la manera en que aprenden”. Ignacio Estrada

¡Hola de nuevo!
Esta vez continuamos con Reggio Emilia. 

Desde que hemos comenzado a aprender sobre este modelo, sabemos que algunos de sus más importantes componentes son: la escucha a los alumnos, la relación tan estrecha que tiene con la ciudad,  que no tiene visión curricular, la anotación de lo que se observa, la observación sistemática, las parejas pedagógicas, la cocina, el taller... 
Sin embargo, me voy a centrar en un componente en concreto: el atelier.

El atelier para mí es un taller o espacio de aprendizaje en el que tiene cabida la experimentación, la investigación y la manipulación a través del arte y de la creatividad. En el atelier se escucha la voz del niño sobre cualquier otra y se otorga libertad en sus procesos creativos. Los niños están acompañados por maestros y atelieristas.
La figura del atelierista me pareció un tanto peculiar y curiosa, ya que debe tener como requisito más importante una licenciatura en Bellas Artes (y no en Magisterio como yo creía) para saber crear, tener conocimientos sobre diseño gráfico, pintar, etc. 

Y sin nada más que añadir, os dejo con un vídeo-resumen, como punto y final del tema de Reggio Emilia:


Qué divertida es la aventura de aprender... 
¡Nos vemos en la siguiente aventura!

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