Y llegaron los días de las exposiciones, en los que cada grupo presentábamos un caso conflictivo real que nos había tocado y que teníamos que desarrollar, indicando los antecedentes, consecuentes, y la solución que se nos ocurriera para resolverlo. En este último apartado quisiera destacar la originalidad a la hora de mostrar los recursos (tuvimos desde un Twister de las emociones hasta un taller de cocina en directo), que hicieron las clases más amenas y entretenidas. También hay que reconocer que en la presentación inicial del conflicto, varios grupos la trabajaron muy bien haciendo uso de medios audiovisuales, títeres, etc., que hicieron que la exposición fuera más visual y rompiera con lo convencional.
A mi grupo nos tocó exponer el caso de María, una niña que se quejaba de que un compañero de clase la pegaba, hasta el punto de que la niña se aislaba y no se acercaba al resto de sus compañeros. Nosotras decidimos tratar el conflicto tanto con María (reforzando su autoestima) como con su compañero (ayudándole a controlar sus emociones, en especial la ira).
Para finalizar, me gustaría valorar positivamente el hecho de que se nos tuviera en cuenta para la evaluación de los trabajos y que pudiéramos aportar ideas y opiniones en cada uno de ellos, ya que no todos pensamos lo mismo y tenemos diferentes puntos de vista. Me gusta que se siga esta dinámica porque así podemos generar debates que nos hagan discurrir (en especial con algunos casos que eran muy controvertidos). Sin embargo, me gustaría que se nos diera más tiempo entre exposición y exposición para poner las calificaciones, a veces no nos daba tiempo y la tarea se nos acumulaba.
Lo más impactante es que todos estos casos, como mencioné antes, son reales. Esta idea al principio me daba un poco de miedo, pero poco a poco acabé dándome cuenta de que es una clara demostración de lo útil que es esta asignatura, ya que nos prepara para cuando nos enfrentemos a la realidad. Y es que nos vamos a encontrar con conflictos en el aula sí o sí.
A mi grupo nos tocó exponer el caso de María, una niña que se quejaba de que un compañero de clase la pegaba, hasta el punto de que la niña se aislaba y no se acercaba al resto de sus compañeros. Nosotras decidimos tratar el conflicto tanto con María (reforzando su autoestima) como con su compañero (ayudándole a controlar sus emociones, en especial la ira).
Para finalizar, me gustaría valorar positivamente el hecho de que se nos tuviera en cuenta para la evaluación de los trabajos y que pudiéramos aportar ideas y opiniones en cada uno de ellos, ya que no todos pensamos lo mismo y tenemos diferentes puntos de vista. Me gusta que se siga esta dinámica porque así podemos generar debates que nos hagan discurrir (en especial con algunos casos que eran muy controvertidos). Sin embargo, me gustaría que se nos diera más tiempo entre exposición y exposición para poner las calificaciones, a veces no nos daba tiempo y la tarea se nos acumulaba.
Lo más impactante es que todos estos casos, como mencioné antes, son reales. Esta idea al principio me daba un poco de miedo, pero poco a poco acabé dándome cuenta de que es una clara demostración de lo útil que es esta asignatura, ya que nos prepara para cuando nos enfrentemos a la realidad. Y es que nos vamos a encontrar con conflictos en el aula sí o sí.
Y con esto amig@s, podríamos decir que hemos finalizado otro viaje: el viaje de la convivencia, de las habilidades sociales y de aprender a identificar las causas de los conflictos y resolverlos. He disfrutado mucho del viaje, lo considero muy útil e imprescindible para mi futuro como docente sobre todo por su carácter práctico.
Nos vemos en la siguiente aventura! Hasta pronto! 😘😘😘😘❤
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